Pero fue Chuck Norris quien le asistió a iniciarse en el planeta del cine y empezó por darle trabajo como su sparring. Después, Van Damme participaría como plus en “Missing in Action” o Desaparecido en combate, largometraje protagonizado por Norris en 1984. La vida íntima de Van Damme, de la que como afirmábamos se excusó conmigo al eludir referirse a ella (“Se resiente un tanto por todo cuanto se escribió y se redacta sobre mí”, me confesó), tiene capítulos amorosos que nos saltamos, centrándonos en su primera boda en 1980 con María Rodríguez, de la que se divorció 4 años después. Un año más tarde se unía matrimonialmente a Cynthia Derderian, con la que sólo convivió un año. Por el hecho de que en 1987 entró en su historia Gladys Portugues, probablemente la que más ha amado entre todas y cada una ellas, con quien alumbró dos hijos, Kristopher y Bianca Bree. En 1994 Van Damme encontró a su cuarta mujer con la que se casó, Darcy LaPier, de gran hermosura, a la que conocimos a su lado, como apuntamos, en su visita madrileña.
Nótese como el factor que le da fuerza para rehacer su historia es esa seca y rancia institución llamada familia. Jean-Claude Van Damme es un hombre de talentos extraordinarios, varios de los cuales han enfervorizado hasta el desvarío a su amplia y extensa base de fans. Entre los mucho más notables, según propia confesión, es su capacidad para quebrar nueces con los glúteos -una variante de lo que, con fanfarronería, Camilo José Cela afirmaba que podía realizar con esa una parte del cuerpo y una palangana de agua-.
Van Damme Tuvo Una Vida Personal Tan Tempestuosa Como Sus Propias Películas
Tanto la crítica como el público alabaron su trabajo y fue de nuevo respetado, que es lo que buscaba. Después, Jean-Claude declaró que, “si me das algo un tanto más profundo, un mejor guión y un buen elenco, puedo realizar un enorme trabajo”. En el año 2021 estrenó en Netflix “El Último Mercenario” (2021).
Era adicto a la cocaína, se casó nuevamente, lo que suponía su cuarto matrimonio, debió efectuar rehabilitación debido a su deterioro físico e inclusive fue diagnosticado con un trastorno bipolar. En 1999 se volvió a desposar con Gladys Portugues, que había sido su tercera mujer. Parece que al lado de ella encontró la estabilidad emocional que necesitaba. El peor momento de Van Damme coincidió con su divorcio en 1992 de Gladys Portugues, una ex culturista a la que siempre y en todo momento señala como el cariño de su vida, y con la que tuvo a sus 2 primeros hijos, Kris y Bianca, actualmente dos fanáticos, como su padre, de las artes marciales. Se había casado un par de veces antes -matrimonios juveniles, sin convicción-, y lo logró por cuarta vez en 1993 con Cynthia Derderian, una modelo hawaiana a la que engañó estando embarazada de su tercer hijo, Nicholas, y de la que se separó un año después.
La Familia Jcvd
La apasionado fugaz de JCVD fue la cantante Kylie Minogue, con la que coincidió en el rodaje de \’Street Fighter\’. Sin embargo, ha admitido que quiere que este último trabajo sea un “nuevo Bloodsport” pero en un nivel “superior”. Finalmente, en 2021 estrenó El último mesnadero, una comedia de acción, en Netflix. Esta interfaz de uso contínuo verificó que muchas de las películas de Jean-Claude Van Damme han sido las mucho más vistas de su extenso catálogo y desean explotar el tirón. Además de ello, el actor prosigue explotando su marca JCVD y parece que de manera exitosa mediante reportajes, merchandising, prendas de ropa o spots de propaganda. La verdad es que, si bien las considerables productoras ya no les encantaría contar con él, siempre y en todo momento ha seguido participando en distintas películas o en las secuelas de las primeras cintas como Soldado universal o Kickboxer.
Jean-Claude cuenta que se fue con 8.000 dólares en la cartera y que no charlaba inglés. A lo largo de unos años trabajó como conductor de limusinas y distribuidor de pizzas y hasta en una fábrica de alfombras. De todos modos, su nombre es Jean-Claude Camille François Van Varenberg.
En los reportajes que se han emitido sobre su vida resalta que a su madre le insistía en que quería formar parte del increíble mundo del cine desde muy pequeño y realizar realidad ese sueño americano. El rodaje de Street Fighter le aportó su salario más prominente con siete millones de dólares estadounidenses, le alzó a la cúspide de su trayectoria, pero él mismo provocó que los directivos le catapultasen al olvido. Columbia le puso sobre la mesa interpretar tres películas con un contrato de 30 millones de dólares. Sin embargo, Jean Claude Van Damme quería más e logró una contraoferta seguro de salir airoso. Exigió cobrar 50 millones de dólares estadounidenses, la misma cantidad que cobraba el actor mejor comprado por la industria cinematográfica hacia 1995, Jim Carrey.
Columbia no aceptó y a continuación se le empezaron a cerrar todas y cada una de las puertas. Además, en varias ocasiones ha asegurado que “no soy una estrella de cine. Me alegro mucho por Van Damme, hacia finales de los años 90 parecía otro juguete roto de la industria cinematográfica.
Y es que, a raíz del consumo de whisky y cocaína Van Damme sostuvo frecuentemente, a partir de los años 90, toda suerte de líos y peleas. La policía lo detuvo en varias ocasiones, dio con sus huesos en la cárcel y tuvo que someterse a sesiones de rehabilitación en clínicas preparadas. Atrás, cuando era un hombre responsable de sus actos y se encontraba que se dedica al deporte y al cine, gozó de una insólita popularidad, que le dio bastante dinero por sus películas de acción, donde exhibía su fornida anatomía, sus recursos con los puños o las piernas, saliendo siempre y en todo momento indemne de sus contrincantes de ficción, en defensa de alguna buena causa. Había recalado en Hollywood desde su Bélgica natal en 1982. Sin papeles, sin entender charlar inglés, sin dinero y sin ser actor, ¿de qué manera podría llegar a la pantalla grande? Fue en el momento en que supo que su mejor y única arma para lograr su sueño de ser actor de Hollywood, era su indiscutible capacidad para las artes marciales y envidiable elasticidad.
Cómo Se Convirtió En Actor Van Damme
Misma por la que años después obtuvo su grado como cinta negra primer Dan.¿Habías notado que Jean Claude baila muy bien? Quizá se deban a los cinco años que estudio ballet, entrenamiento que lo asistió a desarrollar la gran flexibilidad que lo caracteriza. En el momento en que acababa de cumplir los 21 años, en 1981, su primer matrimonio era un desastre y decidió vender el gimnasio para embarcar a Los Ángeles.
De esta forma lo ha anunciado el actor en una entrevista en única con Deadline, donde también desveló qué va a hacer con su tiempo libre como actor retirado. Su trayectoria y capacidades en múltiples artes marciales, le asistieron a regresar a la pantalla grande. Es bien difícil olvidar su patada voladora en giro o el magnífico Split al cual le encontró usos inopinados en sus combates.A su regreso, Jean Claude Van Damme se dio el lujo de negar una oferta de Twentieth Century Fox, de un emprendimiento que se fundamentó en Street Fighter.
La vida de Van Damme podría dividirse en cuatro etapas primordiales. La central es la de su movimiento a USA, en el año 1982, persiguiendo el sueño del cine. Antes de eso se ganó la vida como conductor de limusinas y distribuidor de pizzas; como dijo un productor, suerte que sabía dar patadas, pues nunca hubiera logrado un papel por su habilidad en los diálogos. Sin embargo, el actor belga de 61 años se retira del cine y lo hará con una última película, What\’s My Name?