El estrógeno y la progesterona son ámbas hormonas que intervienen en el crecimiento del endometrio. Si no se genera el embarazo, el endometrio se rompe, haciendo que el revestimiento de adentro del útero se desprenda expulsando sangre, lo que da rincón a la regla. La vagina está lubrificada de forma natural, como podrás revisar al notar el flujo que emite y que va mudando según el momento del período en el que te halles. Cuando te excitas, se segrega todavía más líquido para hacer más simple la penetración y que esta resulte despacio y poco o nada molesta. De ahí que, en el momento en que por distintas causas no hay la suficiente lubricación, la fricción que se genera en la penetración no se amortigua, de ahí que logre doler o molestar. Para conseguir mucho más información sobre el procesamiento de datos personales, consulte nuestro Aviso de Intimidad.
El aumento y la disminución del grosor del endometrio son normales, pero se vuelve un problema cuando exactamente el mismo revestimiento empieza a crecer en algún rincón fuera del útero, esto es, en el momento en que el endometrio medra en otro sitio que no es el útero. Exactamente la misma pasa en el interior del útero, el endometrio que está fuera también puede expandirse y sangrar, causando problemas serios, como es la dispareunia entre otros. Si padeces dispareunia no debes aceptarlo como algo natural y resignarte porque el mal al tener relaciones no es irreversible ni es finalmente crónico. Con un diagnóstico certero y un conveniente régimen se solucionan la enorme mayoría de los casos. Las relaciones serán mejores si conoces tu cuerpo, así que autoexplórate y también identifica tus zonas más erógenas para disfrutar del sexo en pareja. Por poner un ejemplo, haber pasado por una cirugía pélvica pertence a las causas que pueden argumentar por qué te duele en el momento en que tienes sexo.
Ardor Después De Tener Relaciones, ¿a Qué Se Debe?
Si no hay pareja a quién comunicarlo, lo importante es escucharte a ti misma y no evitar el malestar o quitarle relevancia. Y a corto o medio período la problemática medrará, ya sea pues evitarás las relaciones sexuales o por el hecho de que el mal se perpetuará. Para el sicólogo Arturo Dobao, “emprender una relación íntima sin ser siendo consciente de si tu cuerpo está preparado anatómicamente para ello es un error. Más allá del mal en sí que hace, el régimen de la dispareunia es primordial, en tanto que esta afección puede ocultar problemas de salud.
En ocasiones, ver la vejiga llena resulta molesto a lo largo de la penetración, lo que puede ocasionar cierto mal y también irritación. De ahí que, siempre es conveniente orinar antes de tener sexo para evitar esta posible molestia. ¿Sientes dolor en el sexo tras la primera vez o quieres evitarlo en tu primer acercamiento? Ahora, te ofrecemos ciertos avisos para evitar el dolor a lo largo del sexo (2). Sí, puede ser una palabra un tanto intimidante, pero es así como se define a esa condición que hace que los músculos de la vagina se contraigan, realizando que la penetración sea difícil, incómoda y, a veces, dolorosa.
Dispareunia: Régimen
Descubre en el próximo artículo De qué forma sanar la vaginosis bacteriana. Es la imposibilidad de traspasar en la vagina, bien sea durante la relación sexual, bien sea con el espéculo a lo largo de la exploración ginecológica, con el dedo, o con un tampón. “Hay que a una contractura involuntaria de la musculatura vaginal”, explica la ginecóloga. Según Fernández del Bas, este género de nosologías se dividen en dos tipos. Ciertas provocan el dolor a lo largo del comportamiento sexual (irritación que con frecuencia se mantiene durante horas), y otras, con posterioridad a él.
Si hacemos un símil, sería como ir primero al traumatólogo para valorar que todo está bien y después acudir al fisioterapeuta. Por último, si aún no está resuelto habrá que soliciar cita con el sexólogo, que se ocupará de apreciar si la causa de la situación tiene una raíz psicológica. Pon en práctica estos consejos para disfrutar del sexo sin dolor, y si continuas experimentando molestias pese a proseguir estas sugerencias, entonces es oportuno que visites a tu ginecólogo.
Identificarlas contribuye a prevenir las relaciones íntimas dolorosas y a poder gozar del encuentro. En cualquier caso, puede existir un extensa variedad de motivos que provoquen dolor, ya sean físicos (sequedad, ardor, picores, tirantez, etcétera) o sicológicos. Pero la mayoria de las veces hay una solución, y tiende a ser más simple y simple de lo que una se imaginaba.
Si optas por seguir teniendo relaciones, pero a disgusto, tu pareja acabará notando tu falta de deseo o una actitud poco sexual en el encuentro íntimo, y entonces comenzará a tener dudas sobre si aún sientes atracción por ella. La actitud de esquivar las relaciones es del mismo modo amenazante, ya que pareja no comprenderá el motivo del rechazo constante y va a pensar cosas que no son. Es decir, en el momento que sufres físicamente a lo largo de las relaciones íntimas debes romper el patrón y dejar toda práctica que te produzca el mal. En la mayoría de los casos sucede durante la penetración, pero asimismo puede darse simplemente con la estimulación de los genitales. Si el dolor se experimenta en una región más interna podría ser una señal de alerta de otros trastornos como una endometriosis, quistes o problemas en el útero, que es importante que no pasen desapercibidos.
Se estima que tres de cada cuatro mujeres tienen la posibilidad de haber experimentado un coito doloroso en algún instante de su historia. Si bien la incidencia indudablemente sea mucho más alta puesto que, habitualmente, por miedo, vergüenza o porque en muchos casos se asocia a falta de lubricación o deseo, no se solicitud. Los especialistas a los que hemos consultado recomiendan a todas y cada una de las mujeres que tengan inconvenientes de este género (vaginismo o diapreunias) que asistan en primer lugar al ginecólogo. Ellos tratan el vaginismo con muchísimas armas terapéuticas para mejorar la contractura muscular. Entre ellas se encuentra la toxina botulínica, la radiofrecuencia (ayuda a tratar las fascias vaginales), o aun la app de óvulos de diazepam vaginal. Asimismo se puede tratar con fisioterapia vaginal, pues esta llega alén de los músculos superficiales vaginales, logrando descontracturar también los músculos psoas y piramidal, muy relacionados con los dolores pélvicos crónicos.
Si bien es en especial recurrente en la postmenopausia, puede mostrarse asimismo en otras etapas. Existen diferentes medidas que ayudan a prevenir esta disfunción y progresar sus síntomas. No obstante, puede causar mucho malestar, interferir en las actividades cotidianas y mermar la calidad de vida. Por ello, una vez cierta la causa, resulta conveniente adoptar medidas para prevenirlo y aliviarlo. Más allá de que tener relaciones sexuales dolorosas puede deberse a diferentes causas, su origen reside eminentemente en causantes físicos o sicológicos. El dolor en las relaciones íntimas es una afección común entre las mujeres que puede acabar o disminuir con el abordaje terapéutico adecuado.
En concordancia, en ocasiones puede ser simple dejarse llevar si lo andas gozando, pero el sexo que es un poco mucho más brusco de lo normal o muy prolongado puede dejarte con una enorme sensación de ardor. O sea provocado por la fricción dentro de la vagina y debería desaparecer en unos pocos días. Durante este tiempo, lo destacado sería utilizar un método de barrera a lo largo de las relaciones íntimas, puesto que los pequeños desgarros en la vagina la van a hacer más susceptible a las infecciones.